Los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) se utilizan para calentar y enfriar edificios residenciales, comerciales e industriales. Además de ayudar a garantizar la comodidad de quienes residen en estos espacios; un sistema de HVAC también puede ayudar a diluir los contaminantes transportados por el aire al proporcionar aire externo fresco. Los calentadores de ducto se pueden utilizar para calentar en todo el espectro comercial e industrial.
Los sistemas de HVAC generalmente tienen elementos básicos de diseño, como una entrada de aire exterior y una unidad de manejo de aire que consiste en un sistema de ventiladores, serpentines de calefacción y enfriamiento, y filtros de aire. También tienen un sistema de distribución de aire y un sistema de extracción de aire.
Parte del sistema de distribución de aire es el sistema de ductos, que proporciona la ruta controlada para que el aire fluya por toda la casa, espacio comercial o fábrica. Consiste en una red de ramificación de conductos redondos o rectangulares que pueden estar fabricados de materiales como chapa metálica, fibra de vidrio y plástico aislado. Estos conductos se ubican dentro de las paredes, pisos y techos.
Usos de los calentadores eléctrico de ducto
Una parte integral del sistema de ductos es el calentador eléctrico de ducto que utiliza electricidad para calentar el aire que pasa a través de un ducto. Consiste en un elemento calefactor que convierte la electricidad en calor a través de una resistencia. El calor resultante se transfiere por conducción o convección al aire que pasa a través del dispositivo. Estos calentadores de ducto se pueden utilizar para aplicaciones de calefacción espacial, suplementaria y primaria.
Los calentadores eléctricos de ducto son especialmente valiosos para ayudar a lograr la eficiencia energética de las cámaras frigoríficas. Estos dispositivos monitorean las temperaturas y modifican automáticamente la salida de calor para mantener la temperatura ideal del elemento de bobina abierta. Los calentadores eléctricos de ducto se pueden programar de tal manera que puedan calentar el área en un punto específico de tiempo. Esto da como resultado una transferencia de calor eficiente sin desperdiciar energía, ya que la habitación o el espacio solo se calienta durante los tiempos requeridos.
Los calentadores eléctricos de ducto en sistemas de HVAC pueden complementar la calefacción de hogares y oficinas precalentando aire fresco o aire devuelto. La mayoría de los calentadores eléctricos de ducto modernos están equipados con un controlador de modulación que facilita el funcionamiento con un flujo de aire extremadamente bajo sin comprometer el desempeño.
Instalación y funciones
Estos dispositivos pueden instalarse en techos de edificios de oficinas, escuelas, iglesias, áreas de alojamiento de embarcaciones marítimas y otros establecimientos. También se pueden utilizar en plantas de energía, instalaciones de aguas residuales y construcciones comerciales.
Los calentadores de ducto son relativamente fáciles de instalar, ya sea para un nuevo proyecto o para reemplazar uno viejo, porque cada calentador está diseñado de acuerdo con una dimensión, potencia y corriente actuales. El montaje se puede realizar por medio de soldadura o bridas.
La mayoría de los calentadores eléctricos de ducto en sistemas de HVAC tienen funciones como un interruptor de corte de flujo de aire que puede asegurar que el flujo de aire a través de los elementos calefactores se produzca de manera uniforme. Si un elemento recibe demasiado o poco aire, entonces el sistema se ajusta. Otra función típica es un corte térmico automático y primario que detiene la unidad cada vez que se alcanza el límite de temperatura. El corte térmico secundario es otra función estándar que permite al personal calificado detener la unidad manualmente cuando se alcanza el límite de alta temperatura.
También hay calentadores eléctricos de ducto diseñados para su instalación en áreas peligrosas. Estos calentadores cuentan con control de temperatura y se utilizan en aplicaciones como la construcción naval, instalaciones químicas y petroquímicas, etc.