Seguramente al comprar algún electrodoméstico te habrás dado cuenta de que todos tienen una etiqueta con diferentes letras y colores. Esta etiqueta energética nos sirve para conocer la eficiencia de los mismos y es meramente informativa. Permite a los consumidores conocer la eficiencia energética de sus electrodomésticos y en este caso la eficiencia energética del aire acondicionado, de manera rápida y sencilla. Pero además de la información anterior, debes tener en cuenta otros factores si quieres que tu aire acondicionado sea eficiente, y tenga un consumo eléctrico adecuado.
Elige el equipo más adecuado
Decidirse por el aire acondicionado mas potente, o por el más barato, no siempre es lo mejor. Debemos tener en cuenta varios factores cuando elijamos el aire acondicionado, aunque el consejo más útil es dejarse asesorar por profesionales.
Aún así, si queremos hacer la elección nosotros mismos tendremos en cuenta el tamaño de la habitación a climatizar. También es importante el aislamiento con que cuenten las pareces y ventanas. Cuanto mejor sea el aislamiento, la maquina podrá ser más pequeña o menos potente. Y por consiguiente consumirá menos electricidad.
La orientación del cuarto donde se instalará la máquina. Ya que, si tiene orientación sur en zonas muy calurosas, tendrá que trabajar mucho en verano y necesitaremos un equipo un poco mayor. O por el contrario, si esta la habitación esta orientada al norte en una zona fría, quizás en invierno el aire en modo bomba de calor tendrá que ser potente.
Buscar la mejor ubicación para el termostato
El termostato es el elemento que mide constantemente la temperatura y da la orden al equipo de ponerse en marcha o apagarse según la temperatura objetivo que hemos marcado. Por ello su ubicación es importante, para que factores como una corriente de aire, el calor del televisor, u otro electrodoméstico, etc. no desvirtúe su medición. Y por consiguiente el equipo de aire acondicionado se encienda cuando no debe, y trabaje consumiendo más electricidad de la necesaria.
Cuidado con la temperatura
Un error muy común es poner la temperatura muy baja en verano o muy alta en invierno. Debemos tener en cuenta que la misión de un aire acondicionado es, como su nombre indica, climatizar. Es decir, atemperar nuestra vivienda, para que sea confortable, sin un salto térmico excesivo entre el exterior y el interior. Se aconseja que la diferencia entre la temperatura externa y la interior nunca supere los 12 grados.
Recordad, un aire acondicionado no tiene como misión convertir nuestra vivienda en una nevera durante el verano, o un horno durante el invierno.
Usa el aparato de manera eficiente
¿Sabías que la eficiencia energética del aire acondicionado es la cantidad de energía que se genera por cada kW de consumo energético? (SEER en frio, SCOP en calor, estándares por el Reglamento europeo 626/2011). Cuanto mayor sea la energía generada por cada kW gastado, más eficiente es un equipo.
Además, hacer uso de una practicas adecuadas en nuestro comportamiento nos ayudará a que el aparato de aire acondicionado consuma menos. Por ejemplo: ventilar la vivienda al amanecer, ya que la temperatura es más suave y el aire que entrará en nuestra vivienda no será muy cálido. Con ello no aumentaremos mucho la temperatura del interior, y al cerrar las ventanas nuestro equipo no tendrá que trabajar en exceso.
Durante el día, cuando entremos o salgamos de la habitación, asegurarnos de cerrar correctamente las puertas, así como mantener las ventanas cerradas. De eta forma mantendremos el aire climatizado dentro. De igual modo, en las horas centrales cuando el calor más aprieta, es aconsejable bajar las persianas, si las tenemos. O cerrar las contraventanas, y si no disponemos de ellas, colocar unas cortinas gruesas y opacas, para cubrir las ventanas y que la incidencia del sol no haga subir mucho la temperatura interior.
Invertir en un recuperador entálpico
Estos equipos nos ayudan a que la ventilación de la vivienda sea más eficiente. Los recuperadores entálpicos están diseñados para que la ventilación se realice a través de ellos. De forma que, al expulsar el aire viciado, lo pasan por un intercambiador, haciendo que el aire limpio del exterior, después de pasar por filtros de impurezas, ceden parte de su calor al aire que expulsamos.
De esta forma, el aire que entra se enfría un poco, gracias a que el aire sucio que tiramos se calienta un poco. Así nuestro equipo de aire acondicionado tendrá que trabajar menos, y el ahorro de electricidad nos compensará el coste del recuperador entálpico.
Busca otros aliados contra el calor
Los aparatos de aire acondicionado no son el único remedio al calor. Existen otras maneras, complementarias y más económicas, para reducir la temperatura interna de nuestro hogar. Por ejemplo, como ya hemos mencionado, ventilar en las horas más frescas del día. Otros aliados, sobre todo si nuestra vivienda está expuesta al sol, serán los toldos, las persianas y las pérgolas. Que eviten la incidencia del sol directamente sobre las ventanas.
El uso de electrodomésticos que genera mucho calor, como el horno, la encimera de cocinar, la plancha, etc. usarlos en horas de menos calor, preferentemente al alba. Pero si es inevitable su uso durante el día, hacerlo, por ejemplo, con la puerta de la cocina cerrada y con algo de ventilación, el extractor, para eliminar ese exceso de calor.
Hacer uso de las funciones ECO del equipo.
Actualmente la gran mayoría de los equipos de aire acondicionado incorporan nuevas funcionalidades que ayudan en el ahorro, es decir son más eficientes. Por ejemplo, la función ECO, que consigue reducir el consumo en un 30% y el modo Night desconecta, además, el equipo pasadas unas horas. Algunos equipos tienen un detector de presencia, por lo que si encendemos el aire y salimos de la habitación, pasado un tiempo prudencial la maquina no detecta personas y se apaga o ralentiza su funcionamiento.
También podemos hacer uso del modo “deshumectación”. Esta función no esta pensada para enfriar, solo para eliminar parte de la humedad del ambiente. Pero es muy útil en zonas de playa o en días con mucha humedad, que acrecientan la sensación de calor. Esta función eliminará parte de la humedad reduciendo esa sensación de sofoco y por consiguiente mejorando el confort, sin necesidad de usar todo el potencial del equipo, y consumiendo menos energía eléctrica.